Hemos recibido unas cuantas fotografías de una de nuestras alumnas, nos cuesta sacarnos a nosotros mismos en pleno proceso (solamente tenemos un par de manos) y os las mostramos; esta es la II parte de la quema que llevamos a cabo el pasado 26 de septiembre en el taller, aquí están.
A punto de introducir una de las piezas en las cubetas reductoras, Paco está preparado con la pala listo para arrojar el serrín, Marina tras las dos fumarolas que hay presenciando nuestra labor y al fondo a la derecha, se intuye la figura de Manolo, el encargado de abrir y cerrar la tapa del horno, ¡todo un equipo!.
Estos son los fuegos artificiales que se montan cada vez que introducimos una pieza en el cubo, sobre todo cuando este esta calentito como es el caso, la feria de Agosto de Málaga tiene su eco en nuestro taller, un poco de agua en la cabeza, un gorro y una visera, hacen el resto.
Después de la tormenta viene la calma, como si del aviso de una erupción volcánica se tratase, al fondo la cubeta reductora soportando como puede las piezas en su interior, por abajo la neblina que desciende por el valle montañoso.
Extracción de la pieza, Marina al fondo abriendo y cerrando tapas, yo haciendo de balancín, pasito a pasito se construyeron las pirámides.
Apunto de refrescarse, un buen baño de agua fría siempre viene bien para craquelar la piel de la naranja, después toca la esponja y a hacer muñeca.
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