Hay dos grupos de arcillas:
a) Arcillas Primarias o caolines: presentes en el lugar de su formación, con el acompañamiento a veces de algunas raras arcillas residuales. Unos y otros reciben el nombre de arcillas primarias. Las rocas ígneas, están formadas por la solidificación de un material fundido llamado magma y que aflora del interior de la tierra, dichas rocas tienen como minerales principales: cuarzo, mica y feldespatos.
b) Las Arcillas Secundarias o Sedimentarias: arrastradas por las aguas de chorreo y depositadas lejos de las rocas matrices de que proceden. Son más finas, ya que las partes más pesadas se han ido depositando en el agua por orden de densidad, y se llaman arcillas secundarias.
Las rocas sedimentarias se forman cuando las ígneas se descomponen por agentes externos y los productos de la descomposición se depositan y compactan en otro lugar..
Inevitablemente este proceso rompe las partículas, produciendo arcillas más finas y más plásticas, conteniendo impurezas como el hierro (Fe) que da un color crema o marrón y también recoge materia orgánica que tiende a oscurecer el color.
Por ser el agua el principal vehículo de arrastre de la arcilla, los yacimientos de arcilla sedimentaria se encuentran generalmente en orillas de afluentes y lechos de lagos, estuarios o mares, es decir, donde decrece la velocidad de las aguas que arrastran el material. Allí donde se produce este descenso gradual del caudal de agua, como sucede por ejemplo en la confluencia de un río con un lago, se depositan en primer lugar los materiales pesados, como piedras y arena, mientras que la arcilla que se cuenta entre los más ligeros, lo hace en último lugar. En los lechos de los lagos grandes pueden hallarse yacimientos relativamente puros, en los que la arcilla de partículas gruesas se encuentra cerca de la boca del río, disminuyendo el tamaño de las partículas en la zona más alejada.
La arcilla transportada por los ríos hasta el mar suele acumularse en depósitos debido a la acción ondulatoria del agua, si bien por efecto de las mareas y el oleaje, tiende a estar mezclada con arena y materiales similares. En las zonas sometidas a la acción de los glaciares, la arcilla, junto a otros materiales, puede haber sido arrastrada por el hielo desde su lugar de origen. Suele denominarse arcilla pedregosa porque, por lo general, se encuentra mezclada con guijarros y piedras grandes, dejadas atrás por el glaciar al retirarse.
Constitución mineralógica:
No se conoce muy bien la naturaleza química de las arcillas, pero el microscopio electrónico ha revelado la existencia de un número infinito de laminillas o escamas. Estas pueden considerarse como cristales de arcilla, de la talla de un micrón (una milésima de milímetro), por lo que un milímetro cúbico de caolín, podría contener más de mil millones de ellos. En una arcilla plástica de textura fina, la cantidad de partículas sería mayor aún.
Estas partículas tienen por lo general forma de placas que se superponen parcialmente, recordando su aspecto la disposición de las tejas en un tejado. Cuando estas partículas de arcilla entran en contacto con el agua tienen la facultad de conservar la forma que se les ha dado, propiedad llamada plasticidad. Hay otros factores que contribuyen a aumentar esta cualidad, entre los que hemos de mencionar la presencia de materias orgánicas, que actúan un poco a la manera de una cola. También encontramos en las arcillas partículas de mayor entidad, formadas por cuarzo y trozos de rocas feldespáticas, que se han ido asociando a la arcilla durante el desplazamiento de las aguas o mientras se producía la sedimentación.
Propiedades:
Plasticidad:
Propiedades:
Plasticidad:
Esta propiedad única de las arcillas que combinan la dureza de un sólido y la fluidez de un líquido, permite alterar la forma mediante presión y seguir conservando esta forma una vez que la presión desaparece.
Hay una estrecha relación entre la estructura laminar de las partículas del arcilla y el agua, pues sin esta no existiría la plasticidad, ya que las partículas no podrían deslizarse unas sobre las otras.
El punto límite de plasticidad de una arcilla dependerá de la cantidad de agua presente y del tipo de arcilla.
Existen tres causas fundamentales que contribuyen a la plasticidad de los minerales arcillosos :
· La estructura laminar de sus partículas.
· El tamaño de sus partículas.
· La relación eléctrica que se genera entre las moléculas de agua y las finísimas partículas de las arcillas.
Las arcillas muy plásticas absorben mucha agua y aumenta su volumen, pero si el volumen de agua es muy elevado, la plasticidad disminuirá y la arcilla se convertirá en un material blando y pegajoso, debido a que las partículas pierden adherencia. En lar arcillas saturadas de agua, hay que esperar a que una parte de esta se evapore o absorba antes de ser utilizadas.
Las arcillas deben dejarse en reposo durante un tiempo después de ser preparadas, pero con la humedad adecuada. Este tiempo de envejecimiento, hace más plásticas a las arcillas, y esta plasticidad aumentará después con el amasado.
Para comprobar la plasticidad de una arcilla se modelará un rollo a partir de una bola de esta y se hará un pequeño arco que debe quedar liso en su superficie. Si aparecen grietas, es debido a la poca plasticidad de la arcilla y será necesario mezclarla con otra más plástica antes de su manipulación.
Contracción:
Contracción:
Las arcillas, al absorber el agua, se ablandan y aumentan su volumen, pero estas arcillas húmedas en contacto con el aire se endurecen y su volumen disminuye al secarse. Esta reducción de la arcilla se llama merma, encogimiento o contracción.
Las arcillas que absorban más agua, encogerán más y las más plásticas lo harán más que las menos plásticas.
El secado está siempre acompañado de ENCOGIMIENTO.
La cantidad de agua necesitada por una arcilla está relacionada con la estructura de sus granos; cuanto más finos sean sus granos, mayor encogimiento del material. La adición de una chamota u otros materiales refractarios tales como cuarzo, arena, … harán que el encogimiento sea mayor.
El secado se puede dividir en dos grupos principales, uno es donde la arcilla plástica pierde el agua y el segundo es cuando el agua desaparece de los poros. La dureza del cuero es el estado que divide esos dos puntos.
En una barbotina o engobe, las partículas de arcilla están sustentadas en el agua y pueden moverse con facilidad.
En una arcilla en estado plástico, las partículas están mucho más juntas y pueden moverse de un lado
a otro usando el agua como lubricantes.
En una arcilla en estado plástico, las partículas están mucho más juntas y pueden moverse de un lado
a otro usando el agua como lubricantes.
La arcilla en dureza de cuero, donde las partículas tienen algún contacto o fricción física, debido a que las partículas tienen una capa de agua que la rodea, este contenido de agua hace que se unan.
La arcilla secada al aire, este punto es el máximo posible dentro del secado al aire, los poros más pequeños están todavía llenos de agua, pero los poros grandes se han secado y contienen solo minúsculas cantidades de agua. La capa de unión del agua alrededor de cada partícula es teóricamente reducida a su más mínima expresión, las partículas ahora están agrupadas compartiendo la misma capa de agua.
La arcilla en la dureza de hueso, este estado ocurre en las primeras partes de la cocción, después del periodo de evaporación, y es considerado entre los 120ºc hasta los cambios que ocurren a los 600ºc.
En la arcilla de la dureza de hueso, el agua de los poros ha desaparecido pero el agua que une en una capa muy fina las partículas, continua y será eventualmente desaparecida en los cambios que ocurren en la cocción posteriormente.
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