Aprovechando el verano como todo el mundo para hacer pequeñas mejoras en el taller, aprovechando la menor afluencia de alumnos/as.
Tenemos acumulados trastos inútiles desde hace cosa más o menos que unos 15 años; cosas que en su momento, parecía que nos iban a solucionar la vida y que tan solo sirvieron para ocupar espacio y polvo.
Hemos descubierto herramientas nuevas que no sabíamos que teníamos, colores y esmaltes maravillosos y una gran biblioteca técnica diseminada por todo el taller, jardín y casa.
Vamos excavando a modo de arqueólogos los diferentes substratos de porquería de nuestro taller, ya hemos bajado varios niveles de profundidad y hemos encontrado alguna tecnologías primitivas bastante evolucionadas, incluso algunos envoltorios de pastelitos a los que hoy en día, denominaríamos vintage; también algunos muñecos, con los que jugaba de pequeño.
Bueno, el caso, es que ahora entra algo más de oxígeno en el taller y tenemos que desplazarnos a través de un pequeño biciclo eléctrico, debido a lo amplio que ha quedado el espacio.
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