El camino de asfalto, tiene
sus pros y sus contras; el peso de la responsabilidad, las inquietudes y la
sensación de movernos por arenas movedizas, hacen que se busquen puntos en
común con otras personas y sencillamente hacer lo mismo, da igual que sea una
instalación, una deconstrucción o esta fotografía; si por el pasillo huele a
ozono y a tierra mojada, a todo el mundo le apetece plantar girasoles.
Imagen de la primera
exposición en Diputación; acostumbrados como estábamos a tenerlo que hacer todo
nosotr@s, cuando llegamos allí y encontrar, que nos lo hacían todo y esperaban
instrucciones para la disposición de las obras, entramos en colapso y buscamos
algo alternativo que hacer; en mi caso, haciendo esta fotografía; ese día
ayudamos a Mónica tod@s para perforar los girasoles.
Tengo que decir que aprendimos
mucho de los profesionales que realizan la instalación de las obras al igual
que los que se dedican al transporte de las mismas (lo harán mejor que uno
mismo; los pequeños grandes matices que hacen que una exposición quede bien a
la vista y no nos sorprendamos a nosotr@s mism@s con la cabeza torcida mirando
una pintura o saturados en una determinada zona.
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