Desde el principio, siempre
tuvimos clara, la interactividad de nuestras exposiciones; no queríamos que la
nuestra, fuera una exposición, arquetipo al uso de otras exposiciones, debería
estar viva.
Según algunos escolares que
llegaron en los primeros grupos con los que trabajamos, al preguntarles si
sabían lo que era una exposición, nos respondieron: “Un sitio, donde hay muchos
huesos y cosas viejas”; con pocas palabras, se resume así en esta sencilla
frase, toda una conferencia a propósito de la interactividad de las salas de
exposiciones y los museos guiada por la encargada del departamento Indígena del
Museo Americano Smithsonian; ponía varias fotografías de salas de exposiciones,
con decenas de años de diferencia entre unas y otras, partiendo de finales del
siglo XIX, hasta nuestros días y todas, parecían el mismo tipo de exposición.
En visitas de años
posteriores, ya sabían, que una exposición, no era eso.
En la imagen, exposición en
Archidona; nuestros compañeros, ya van tomando más relevancia y
especializaciones; se trataba de construir un crisol y compartir, para que el
resultado expositivo, fuera mucho mejor.
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