Ayer sábado 1 de octubre de 2011, llevamos a cabo una quema de cerámica Rakú en nuestro taller para inaugurar el comienzo de las clases.
Nos reunimos con nuestros alumnos/as a eso de las 11:30 con bastante alegría tras la vuelta del verano, ya todos tenían ganas de tocar el barro.
Los trabajos se habían ido preparando a lo largo de algún tiempo, tan solo nos restaba la decoración que se fue prolongando a lo largo de la mañana.
Trabajamos en equipo, profesores/as, colaboradores/as y alumnos/as, nos vamos moviendo en sintonía, uno tras otro van entrando y saliendo todos los trabajos en el horno.
Parece que nos hemos ido haciendo un poco pirómanos a lo largo del tiempo, es nuestra particular hoguera post-San Juan, en este caso nuestra despedida del verano y saludos al otoño.
Conforme van pasando las horas, cada cual se concentra más en el trabajo aislado en su pequeño gran mundo interior y yo ya no sé como voy a poner los brazos ni que parte de la espalda me duele más, así tan fresquito y sin pasar calor.
Los trabajos van saliendo y se suceden las preguntas y explicaciones: ¿por qué?, ¿cual?, ¿cómo?, yo tambien……
Esta es la fotografía tópica de todos los años, me gusta tener alguna en el momento de inicción e inicio, es como levantarse por el supuesto lado correcto de la cama, no hacerla, sería como una Noche Vieja sin uvas.
En esta ocasión, hemos hecho un poco de todo: reflejos metálicos, cobre mate, Rakú Nu, Reducción, oxidación, sigillata, dentro, fuera, arriba y abajo…..
Y al finalizar, nos quedamos observando lenta y pausadamente algunos detalles desapercibidos en el fragor de los pasados momentos.
El sol hace rato que se ha puesto, con total sincronismo vamos terminando a la hora de siempre ¡……..! ¿no sé como nos las apañamos para acabar a la hora de siempre?.
Si, parece que esto del Rakú, la afición a los bonsáis y beber té, van bastante emparejados.
¡Se me olvidaba!, el parón sin siesta del medio día, comida internacional, todos juntos, mientras el horno va calentando, todos los demás también, exceptuando Marina y yo como es lógico, por eso del fuego.
Bueno, de vuelta a la rutina un Ibuprofeno para el cuerpo, ingentes cantidades de líquido y por la mañana lo mejor, nos levantamos como si hubiéramos estado toda la noche de marcha en una discoteca antes del 2011, o sea , tragando humo y con todo el taller por limpiar.
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