Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Siesta:
1. f. Sueño que se toma después de comer.
2. f. Tiempo destinado para dormir o descansar después de comer.
3. f. Tiempo después del mediodía, en que aprieta más el calor.
4. f. Música que en las iglesias se cantaba o tocaba por la tarde.
1. f. siesta que se duerme antes de la comida del mediodía.
dormir, o echar, alguien la ~.
1. locs. verbs. Echarse a dormir después de comer.
Hacemos lo que podemos, es lo que se corresponde con estas temperaturas, no nos queda más remedio, vamos ralentizando nuestra frecuencia cardiaca……, apaciguamos lentamente nuestra respiración y nos fusionamos con el entorno para echarnos unas escandalizantes siestas de verano.
No importa el día ni el lugar, cualquier momento es siempre el idóneo, las vacaciones estivales son así, es lo bueno que tienen, ya habrá tiempo luego de reponerse de la llamada “depresión post-vacacional”.
Es un tiempo para la reflexión, pausada eso si, nos volvemos a encontrar con nuestro pequeño gran hombre interior e intentamos plasmarlo sobre una hoja de papel para un futuro proyecto, ¡para cuando se acaben las vacaciones, no se equivoquen!.
Es una época para tener encuentros con lo inesperado, para el redescubrimiento, la fotografía, los paseítos, los pasatiempos, la interculturalidad, en definitiva, para no hacer nada.
Los años van pasando verano tras verano y estos son los momentos que se recuerdan, año tras año, intentamos vivir lentamente, vamos asumiendo lo inasumible cada vez con mayor naturalidad y entre chapuzón y chapuzón, vamos refrescando nuestros pensamientos.
Y es que Marina y yo nos tomamos las cosas con calma, tal y como van viniendo: vemos el tiempo transcurrir a nuestro alrededor, la gente yendo y viniendo, el tráfico de vehículos, el progreso, el olor a carne chamuscada, las artificiosas sonrisas de una felicidad estresante, los que van y vienen, el turismo veraniego……...
Este año uno de mis pequeños bonsáis se hizo mayor, nos recompensa por primera vez con sus pequeños frutos; vivimos dentro de él aunque el no lo sepa, a veces nos gusta salirnos del tiesto esperando pescar algo inesperado, no hacemos uso de ningún tipo de señuelo, imitamos a los demás con la escusa de hacer lo mismo, ocupamos algún lugar y nos mimetizamos, lo verdaderamente interesante es todo lo demás menos el anzuelo, jamás quise sacar un pez del agua y créanme que así ha sido hasta el momento, pero me gusta mirar al mar.
Nuevamente los calores del verano van apretando, el momento y la situación nos sorprenden, va llegando la hora, ya lo noto, mis parpados pesadamente van descendiendo es el momento de buscar un lugar a la sombra o de volver de nuevo a la higuera para descansar.
Comments