No os voy a engañar, espero no tener que poner otra entrada en el blog titulada “Trabajitos de Verano IV”; el ibuprofeno, se está apoderando de mi, pero eso sí, por las noches no tengo ni el más mínimos problema para quedarme dormido.
Uno no se explica de donde sale tanta “m…da”, parece ser que tenemos una especie de agujero negro en el taller que se lo ha ido tragando todo durante años y lo ha mantenido oculto.
Lo peor de todo, es que después de todo lo que hemos tirado, parece que no hemos hecho nada, sigue pareciendo todo prácticamente igual, mi único consuelo, es que la pintura, obre milagros.
Eso sí, se respira mucho mejor, el equipo de escalada, ya no es necesario para poder acceder al “Ala Noreste” del taller y en la parte de atrás, donde se recicla el barro, ha dejado de haber caimanes.
Hemos ganado una habitación nueva, era un espacio totalmente denso y opaco lleno de moldes viejos y otros instrumentos, había que entrar de lado.
Donde está la pared sin pintar, había una montaña de barro, ahora es una pista de patinaje; bueno, ahora os dejo, que tengo que seguir limpiando.
Comments