La Rambla celebra la exposición monográfica de alfarería más antigua de España, un arte que está en el ADN de este municipio desde hace 4.000 años.
Al-Ramla significa “arenal” en árabe y es ese nombre el que bautizaba en la época musulmana al municipio que desde mucho antes y hasta nuestros días ha tenido en el barro su esencia particular. La Rambla, esta localidad cordobesa situada en la zona sur de la provincia, ha estado siempre vinculada a la tierra y, de ella, ha extraído el barro que se ha conformado como su propio ADN, haciendo de la alfarería y la cerámica su seña identitaria.
Entre el 8 y el 12 de agosto, coincidiendo con la Feria y las Fiestas locales de San Lorenzo, La Rambla muestra al visitante lo mejor de sí misma: la exposición monográfica de alfarería y cerámica más antigua de España, que se celebra desde 1926, y que recoge lo mejor de cada una de las más de cien fábricas artesanales alfareras que esta localidad tiene.
Mucho antes, los primeros datos que hacen referencia a la producción de cerámica en La Rambla datan de hace más de 4.000 años, durante la Edad del Bronce, como lo demuestran los vasos campaniformes hallados en el yacimiento arqueológico de La Minilla y hecho con el barro de greda, de color amarillento, extraído en las canteras situadas a dos kilómetros de la localidad.
El desarrollo y la consolidación del oficio de alfarero en La Rambla se produjo ya en el siglo XV, fecha a partir de la cual se encuentran en la historia diversas alusiones a “los cantareros” -productores de cántaros- de la localidad. Con el paso de los años, los vecinos fueron creando sus propios talleres artesanales que pasaron de padres a hijos y, hoy en día, suman alrededor de 110, reunidos en la Asociación de Artesanos Alfareros de La Rambla.
La exposición que celebra este año su 85 edición y está declarada Bien de Interés Turístico, premia, además, las mejores piezas y creaciones, parte de las cuales pasan a formar parte de los fondos del Museo de la Cerámica que se puede visitar en La Rambla durante todo el año. El visitante puede encontrar aquí la identidad alfarera tradicional y moderna del municipio, a lo largo de la historia y hasta la actualidad, aumentando cada año sus fondos con las mejores creaciones de cada año.
En esta época del año se acercan a La Rambla interesados y curiosos en el arte alfarero, que llega desde esta localidad cordobesa a todo el territorio nacional y es exportado también internacionalmente. Exposiciones, talleres en vivo sobre el moldeo del barro, el secado, el vidriado y la ornamentación artesanal, enriquecen y muestran al isitante cómo se trabaja este arte en la localidad.
De hecho, aún se pueden ver algunos de los primeros hornos morunos –de planta circular y estructura abovedada- donde se cocía la pieza de barro tradicionalmente, dando lugar a las piezas más costumbristas y artesanales: cántaros, maceteros, jarras y, por supuesto, el botijo rambleño.
Noticia y fotografía obtenidas en:
http://www.eldiario.es/andalucia
Autora de la noticia en el diario:
Carmen Reina.
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