En esta ocasión, como cada mes de septiembre, llevamos a cabo una quema de Rakú de reflejos metálicos con algunos/as alumnos/as.
La jornada comenzó con una pequeña introducción teórica sobre la cerámica Rakú: historia, esmaltes, procedimiento, tierras, etc.
Como paso siguiente a la explicación teórica, nos dedicamos a la decoración de las piezas con los diferentes esmaltes que para tal fin estaban preparados.
Una vez finalizado el proceso de decoración, se introducen las primeras piezas en el horno y se enciende lentamente para que alcance su temperatura definitiva sobre las 17:00.
Preparamos la mesa para almorzar y degustar los diferentes platos, de su especialidad, que nuestros alumnos/as han preparado para este día.
Finalizado el almuerzo y los postres, el horno ya casi ha llegado a su temperatura final, comenzamos a preparar todo lo necesario: cubetas, barreños, serrín, ladrillos refractarios, planchas metálicas, palas, elementos protectores, toallas, etc.
Se preparan las piezas por grupos en función a la técnica que se vaya a utilizar: oxidante, reductora, tamaño, tiempo, etc.
A las 17:30, sale la primera hornada de piezas, van al interior de las cubetas reductoras con serrín, a continuación volvemos a cargar el horno.
Tras unos quince minutos en las cubetas reductoras, pasamos las piezas a los barreños de agua, a continuación, nuestras alumnas/os, comienzan a limpiar sus piezas.
Las piezas van entrando y saliendo del horno a lo largo de toda la tarde, entran o no en la cubeta reductora, pasan al agua, jugamos con ellas dejando que las llamas las acaricien; llega la noche.
Lo quema va llegando a su fin, con la oscuridad todo es más espectacular, va llegando el cansancio.
La quema termina a eso de las 21:30, como siempre, toca tomar algún analgésico para aliviar el dolor muscular.
Cuando todo ha terminado, nos quedamos solos los más íntimos del grupo y llevamos a cabo una pequeña evaluación sobre la marcha del día.
Observamos las piezas que han quedado en el taller y que no han sido retiradas por los alumnos/as.
Comienza en parte la limpieza del taller, todo huele a humo, nos desprendemos de las ropas que ponemos en un rincón a parte, deberán se lavadas por separado, olerán a humo por mucho tiempo.
Todo queda abierto, el día siguiente será también un día duro de limpieza.
Todo quedará en espera para su nueva utilización en la siguiente quema; Rakú Desnudo y Cola de Caballo.
Ahora queda ir preparando los materiales, las Terras Sigillatas y las nuevas piezas, pero antes, nos beberemos un río y dormiremos durante semanas.
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