Nos encargan una serie de azulejos con motivos claramente reconocibles, propuestos por el ayuntamiento de una determinada localidad, con el fin de ser entregados como regalo a determinadas visitas. La propuesta inicial eran unos azulejos, nosotros planteamos más bien que sea un relieve debido al numero de piezas que se demanda.
Realizamos el relieve en arcilla ferruginosa, la realización del relieve presenta un trabajo adicional pensando en la realización del molde, por lo que no deberá existir nada en el relieve que pueda actuar como enganche de la escayola cuando esta fragüe. Como es un molde sencillo, lo llevaremos a cabo cuando la arcilla se encuentre en dureza de cuero por si hubiera algún agarre que no hallamos visto.
Llevamos a cabo el molde de escayola, del que iremos sacando las diferentes copias por colada (arcilla líquida), para lo cual este debe estar bien seco e iremos dándole los descansos pertinente para que vuelva a secarse cada cierto número de copias.
Sacamos la primera copia en arcilla blanca, la ideal para este tipo de operaciones debido a la fineza de sus moléculas: se adapta mejor, fragua antes y no da problemas de burbujas. La primera suele salir sucia, ya que arrastra restos de arcilla ferruginosa del modelo inicial, a partir de la segunda, comienza la producción. La duración o vida del molde, estará en función del uso que vallamos a hacer de él. en este caso, estará en torno a las 80 copias.
A mi personalmente, me gusta hacer siempre algunas pruebas de color en acuarela o acrílico en este caso, previas a su decoración definitiva con óxidos y esmalte. Me da una idea rápida y me permite corregir directamente el tono o el color elegido sin contratiempos.
Continuará…
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