![]() |
Autora de las figuras Marina López |
Bueno, ayer por fin terminamos la limpieza del taller, dos cubas grandes, hemos necesitado para despedirnos de todo lo almacenado, ahora volvemos a pasar el relevo a los albañiles y cristaleros; por la tarde nos fuimos a dar una vuelta, pero no nos alejamos demasiado, hoy sábado por la mañana, trabajamos.
Comenzamos las
conversaciones preliminares, aportando algunas ideas sobre un taller que
estamos preparando con una amiga, nos trasladamos a un restaurante chino para
cenar por aquí cerquita; donde solemos
ir normalmente, están de vacaciones; el restaurante aunque bien decorado y de
trato amable, estaba en día “2”, (el “1”, se come bien, el “X” regular y el “2”
mal), así que se acabo el experimento. Después heladería y al casco urbano del
pueblo; ya era tarde, así que estaban cerrando casi todo, acabamos en una
franquicia cervecera, rodeados de los últimos merodeadores juveniles
acompañados de otros no tanto, en una calle, donde los vehículos pasaban como
en un desfile de moda y los más jóvenes, con sus ciclomotores con el tubo de escape
trucado berreando y recreándonos con las conversaciones cercanas de los más
jóvenes y la de los “Peter Pan” de lo físico y la moda, pero no del
procesamiento mental.
Autora de la figura Marina López |
Tampoco, me voy a poner yo
demasiado bien, la falta de costumbre, provoca que dos cervecitas y un blanco y
negro, me dejen a un 37% de mi capacidad mental; los años…
Esta mañana, me despertó mi
google home mini como siempre, (tengo miedo de no estar al día con la domótica
por si algún día tengo que hablarle al cajero automático) y no sabía que
decirle para pararlo, sonó el despertador de Marina, ponemos siempre tres; el
primero se apaga de un manotazo, el de google, necesita ya ser capaz de
gesticular alguna palabra mínimamente en condiciones y el de Marina requiere
que te incorpores; (así son las cosas) y ya que estás incorporado y fastidiado,
pues a por el desayuno.
Esta mañana, tengo la cabeza
un tanto cargada, lo cierto es que la compañía de veinteañeros, acabó haciendo
que los tres acabáramos recordando cosas
de esos tiempos, incluso recordando accidentes en los que nos podríamos haber
quedado; todos/as hemos pasado por lo mismo.
Autora de la figura Marina López |
Hay personas que no pasan su
adolescencia en concordancia con las edades en las que el torrente sanguíneo,
se va llenando de cantidades ingentes de hormonas; si nosotros/as, ya tan sabios/as y maduros, recibiéramos
una transfusión sanguínea de un adolescente, probablemente tendríamos nuestra
media hora de gloria: escuchar música a toda caña, ponernos de pie en la barra
del bar, mirar fijamente a los ojos de cualquiera de tu mismo sexo desafiando,
haciendo el caballito, zigzagueando con el coche. Los que entienden más de
estas cosas, son los militares; creo recordar, que la edad máxima para ser
piloto de caza si se va a entrar en combate, es de 21 años, a partir de esa
edad, se comienza a pensar en la muerte.
El problema, es cuando un
adolescente, pasa su adolescencia sin pena ni gloria, sus padres y vecinos, lo
ponen como referencia de formalismo; eso es como un volcán, que debería haber entrado
en erupción y que lleva 500 años de retraso, preparémonos para recibir su
adolescencia a los 20, 30, 40, 50 o crónica; más tiempo de represión contenida,
más medios materiales a tu disposición, mayor independencia, mayores fuegos
artificiales.
Autora de la figura Marina López |
Mi adolescencia, está
contenida utilizando la metáfora de los “Vasos Canopos”, en frascos con: forma
de papel, bien a través del dibujo, la escritura, pintura, creando pequeños
dioramas, creando figuritas… Mis padres, supieron también apartarme del barrio
y pasaba todas las tardes practicando Artes Marciales; un año y algo más antes
de irme al ejercito, lo aproveché bien, durante el periodo militar, tuve que
auto cortarme el rollo, para no acabar como algunos mandos y luego (estuve tres
años), tarde 5 años, en sacar todo eso de mi cabeza excepto la disciplina y la
capacidad organizadora.
Una mala infancia y una
adolescencia mal gestionada, mal asunto, muy probablemente, tendremos un adulto
con problemas hasta la vejez.
Con frecuencia la última
persona en darse cuenta de que tiene un problema, es el propio sujeto y su familia
y esto último ocurre cuando ya es más que evidente y la solución suele ser más
complicada. Es muy propio en un adolescente que este se comunique a estas
edades a base de discusiones o que ande retraído, ambos sistemas de
comunicación, son bastante difíciles de comprender, ya que ni el mismo sabe
exactamente lo que le ocurre.
Autora de la figura Marina López |
No voy a ser yo quien enseñe
a nadie a educar a sus hijos/as, entre otras cosas, porque no los tengo, pero sí
que he tratado con chicos/as de todas las edades y he visto como pasaban por
casi todos los problemas que existen y que yo mismo no experimente y hubo que
ayudarlos a abordarlos de la mejor manera posible. Cuando estaba en la
facultad, tenía un profesor que nos explicaba, que un compañero suyo, daba
todos los años, unas 20 conferencias a los padres, sobre cómo educar a sus
hijos/as y tenía mucho éxito; cuando este señor, tuvo su primer hijo, al año siguiente,
redujo el número de conferencias a siete; cuando tuvo su segundo hijo, lo dejo
en dos y finalmente, cuando tuvo su tercer hijo, lo dejo, descubrió, que llevar
a la práctica sus grandes teorías e ideas, no era exactamente como imaginaba.
A veces, algunos padre de
hijos/as con algún problema más o menos serio, cuyo hijo/a, han encontrado una
manera de expresarse a través del arte, me preguntan, que cómo deberían
encauzar a su hijo/a a nivel artístico, para que mejorara, yo a todos/as, les
digo, que no se les ocurra, sus hijos/as, han encontrado una manera de contar
sus problemas (soltar malos rollos), si los obligamos en ese momento a copiar o
a aprender diferentes técnicas, lo que estamos es cortando este discurso, yo
les aconsejo, que le proporcionen diferentes materiales para experimentar, con
el tiempo, llegarán a una fase comunicativa y el arte, además de un medio de
expresión, se habrá convertido en una pasión y ellos mismos/as, comenzarán a
pedir y requerir enseñanza técnica.
Nosotros trabajamos con
chicos/as de diferentes característica a través del arte; estamos consiguiendo
muy buenos resultados desde hace bastante tiempo; hemos comprobado que con
adultos, el efecto, es aun más potente y hemos trasladado todas estas
experiencias al ámbito de la vida adulta y a los problemas que son más
habituales a estas edades, sin olvidar que en el fondo seguimos siendo
niños/as.
El taller, tiene un nombre
un tanto extraño, pero es una síntesis de los que hacemos, “Expresiones y
Emociones”; es una manera de llegar y contar sin necesidad de hablar, mediante
la expresión artística, sin saberlo, un ojo experto, puede descubrir muchas
cosas; mediante la expresión dinámica, la relajación y otros ejercicios, vamos ayudándote
a descubrir y comunicar esos problemas que traes o simplemente a crecer a nivel
emocional y sentirte mejor.
Comments