Se aproxima el mes de
septiembre, mes en el que todo comienza a moverse de nuevo, el despertar de la
vida, del aletargamiento, de proyectos, el final del calor y la vuelta a la
normalidad; tiempo de preparación, imaginación, tiempo para la creatividad e
iniciativa, donde toda la inercia que generaste meses anteriores, se
multiplicará o cesará paulatinamente; miedo a la incertidumbre de si estarás
nuevamente preparado para todo.
Aquí no hay vacaciones, tan
solo cambios de ritmo y diferentes momentos; las personas que se dedican al
arte, saben que hay un momento y una época para cada cosa y que el 80% de tu tiempo
es marketing y trabajo indirecto y el 20%, para el puramente artístico.
Las obras de ampliación, la
limpieza, el reciclaje, la oficina, la docencia, los ojos resecos, agujetas y
cansancio, arañazos, manos manchadas, pelo crespo, ropa tan sucia que va a la basura directamente y como siempre
buscando un orden un centro de gravedad a partir del cual, todo orbite bajo
control, algo que no existe, la vida es inestable, la del artista más, la única
manera de no perder el equilibrio es no cesando el movimiento, por tanto como
artistas, estamos obligados al movimiento infinito, dejando un rastro de color
y movimiento, de proyectos.
Estoy cansado, pero bendito cansancio, el mejor trabajo del mundo, el que tu creas y gestionas: Arte, cultura, educación e intervención social; a ritmo lento, pero infinito.
Bienvenidos/as a “La Casa
del Artista en Movimiento Infinito”.
Para saber más:
https://neferceramistas.jimdo.com/
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